Wednesday, June 14, 2006

Nada que decir


No me canso de escribir páginas y páginas en blanco. A veces, es todo lo que se me ocurre. Podría seguir escribiendo, pero entonces, entra frío por la ventana, y cesa mi empeño.

Me gusta escurrir mis mejillas y ver lágrimas de tiempo atrás, de hoy. Uno de mis testículos, no cuelga en su totalidad (creo que tiene miedo). Acumulo vasos de fiestas universitarias como si fuesen amores. Acumulo posavasos por si en alguna fiesta necesito ponerlos bajo jarras repletas de cerveza. Cómo si hubiese mesas caras que rallar. Cómo si hubiese hazañas que celebrar.

Soy dejado e impuntual. Mi madre luchó contra mi ser vago, pero perdió la guerra en la primera batalla. Mira que me cuesta colgar las guitarras en sus respectivos sitios, ya que para eso, mi padre perdió una tarde en hacer agujeros con el taladro en el lugar que le dije. Pero creo que jamás dejará de ser mi padre.

Me marcho a Europa del Este con ganas de no volver. No he acabado mi carrera pero a diferencia de los estúpidos niños buenos, no me preocupa. Un título no hace latir mi corazón con mayor frecuencia, lo que pueda conocer lejos de lo que llamo "mi casa", sí.

A veces creo que mi mejor amiga me gusta. Los que creen saber de la vida, deben estar pensando: entonces no puede ser tan siquiera amiga, ya que te gusta y hay atracción sexual... ¡Vete al carajo, me oyes? vete al carajo!

Cuando hacen referencias el tema del amor, cambio de conversación invertiendo en viajes de esperanza, que me den lo que no me da este amargo café, que se posa durante todo el día en mi paladar y no me deja notar el sabor de mango que lleva tu lengua fría.

Supongo que la culpa, la tienen las paredes amarillas de mi habitación, y es que antes, explicaba con fruición tantas y tantas historias...

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