Friday, June 30, 2006

Algo de mí

Como un perro ladrando, volviéndome loco, busqué asediarte, y lo indecible, pasó a ser vulgar, haciéndole un guiño a la necedad absoluta.

Me preguntabas si te quería, y huía del terreno pantanoso diciéndote que eras preciosa. Ahora la luna me dice día tras día, que el alcohol solo trae problemas. No tengo alma, y tus mejillas de miel y cristal, se enfrentan a la densa contaminación. Tus caderas gráciles por la ciudad, iluminan callejones donde jamás fuimos.

Ya no es primavera, y no me dejan coger trenes que lleven al olvido, con recuerdos que tengo de los amigos que perdí. Subastastes mis esperanzas de crear una família, te presenté a los vecinos, parecíamos personas formales, con ganas de amar a la civilización.

No volveré a protestar ninguna letra de la melodía de tu voz. Vuelvo a ordenar pensamientos que contigo, creía no tener. La muerte no me da miedo al no tener nada que perder. Es este museo el que me da miedo, este museo de fotografías en todo lo que hago. Cómo va a sonar bien esta guitarra, si no sé afinarla como lo hacías tú, sin el mayor esfuerzo.

Abusaste de mí, y ahora, las arrugas de mi voz, asustan a la podredumbre. Y a los niños que veo por la calle, esos que son tan dulces, no me puedo acercar, sin que nos echemos a llorar. Ellos por miedo a que les haga daño, y yo, por miedo a no tenerlos nunca, y vagar con mi soledad.

Contigo siempre ganaba. Me dabas frutas prohibidas que planteaban lo que está bien y lo que está mal, y yo, ruborizado, me reía sin saber qué decir. Y es que he tenido tantas y tantas amantes después de tí, que no podrías imaginar lo que te echo de menos.

Gracias por no romper todas tus muecas estampadas es aquel carrete que gastamos sin que nos preosupase el dinero. Todas aquellas fotos, bien ordenadas, que ahora en blanco y negro, esperan a ser rotas. Porque todos los finales, se parecen en esencia a la desgracia, porque las caricias ya no tapian mis ansias de volar.

Porque tu mirada dista de mi camino sinuoso que lleva a ninguna parte. Porque tu y yo, no podremos estar juntos, por más que queramos, ya que tus vuelos van todos hacia occidente, y los míos, quien sabe donde van.

Sunday, June 18, 2006

Querría

Me hiere la mísera idea de saber, que si me esfuerzo un poco, y el destino se pone cabezón, no volveré a verte. Y yo lo único que quiero, es apretarte contra mi pecho. Apretarte contra mi pecho y sentir cómo tus brazos envuelven mi ancho cuello. Notar cómo se deslizan tus suaves manos por el contorno de mi tez poco tostada tras el largo invierno.

Querría cerrar los ojos, y verte sonreír junto a mí, en una barbacoa en la que los amigos de nuestros hijos, se divierten con tus muecas vírgenes de agravio. Querría pasear todas las noches de verano, por el paseo marítimo, cogidos de la mano y batiendo la fuerza que nos propone el viento.

Querría levantarme cada mañana y ver tu espalda desnuda, tu contorno frágil y tu piel morena. Coger tus delicadas muñecas y hacerte ver, que conmigo aquí, nunca se romperán. Prepararte el desayuno y despertarte con la canción más romántica del mundo. Hacer el amor con tanta delicadez que apenas se oirían los muelles de la cama. Hipotecarme de tu vida para tener una excusa que nos haga seguir juntos. Un crío o una cría que sea el porqué de nuestros porqués.

Si escribo esto, es para que algún día lo leas, y quieras pensar que eres tú la chica que deseo.

Querría que todos los días fuesen claros igual que tus ojos. Verte coger la guitarra y cantar. Verte cantar y sentir ese escalofrío que solo tú has conseguido producir. Oír la potencia de tu voz y creer que es imposible que salga de tu delicado cuerpo. Verte cerrar los ojos y pensar que estás imaginando la letra íntegra de la canción. Sentir que esos dos acordes no volverán a ser los de antes. Jamás los escuché con tanta pasión. Verte acabar y rendirme al homenaje como los demás sabiendo que ellos te abrazarán, y yo te besaré.

Querría sentir que tus brazos me aprietan de manera bruta para estar cercano a tí. Querría arrancarle un quejido al mar mientras te beso una y otra vez, enredando la brisa tus cabellos en mis pestañas. Querría que enderezases esta vida que tantos reveses me está dando.

Quiero sentir la seguridad que se tiene al recibir un abrazo sincero, repleto de amor. Una caricia. Una sonrisa. Un "te quiero". Un "no te dejaré jamás".

No pido tanto no crees?

Wednesday, June 14, 2006

Nada que decir


No me canso de escribir páginas y páginas en blanco. A veces, es todo lo que se me ocurre. Podría seguir escribiendo, pero entonces, entra frío por la ventana, y cesa mi empeño.

Me gusta escurrir mis mejillas y ver lágrimas de tiempo atrás, de hoy. Uno de mis testículos, no cuelga en su totalidad (creo que tiene miedo). Acumulo vasos de fiestas universitarias como si fuesen amores. Acumulo posavasos por si en alguna fiesta necesito ponerlos bajo jarras repletas de cerveza. Cómo si hubiese mesas caras que rallar. Cómo si hubiese hazañas que celebrar.

Soy dejado e impuntual. Mi madre luchó contra mi ser vago, pero perdió la guerra en la primera batalla. Mira que me cuesta colgar las guitarras en sus respectivos sitios, ya que para eso, mi padre perdió una tarde en hacer agujeros con el taladro en el lugar que le dije. Pero creo que jamás dejará de ser mi padre.

Me marcho a Europa del Este con ganas de no volver. No he acabado mi carrera pero a diferencia de los estúpidos niños buenos, no me preocupa. Un título no hace latir mi corazón con mayor frecuencia, lo que pueda conocer lejos de lo que llamo "mi casa", sí.

A veces creo que mi mejor amiga me gusta. Los que creen saber de la vida, deben estar pensando: entonces no puede ser tan siquiera amiga, ya que te gusta y hay atracción sexual... ¡Vete al carajo, me oyes? vete al carajo!

Cuando hacen referencias el tema del amor, cambio de conversación invertiendo en viajes de esperanza, que me den lo que no me da este amargo café, que se posa durante todo el día en mi paladar y no me deja notar el sabor de mango que lleva tu lengua fría.

Supongo que la culpa, la tienen las paredes amarillas de mi habitación, y es que antes, explicaba con fruición tantas y tantas historias...

Friday, June 09, 2006

Temas de barrio


Ya está. Lo noto otra vez. Vuelvo a tener esa sensación. Como si tubiese quince años. Debe ser esta zona de la ciudad que me ayuda a percibir ese olor que anhela mi llanto cauto, repleto de oxígeno.

Cada vez que queriendo piso este barrio, acabo sin reconocer la calle de vuelta que me lleva al más rápido sinfín de mi recuerdo. Un par de horas atrás notaba el temblor del miedo a quedarme sólo, sin amigos a los que abrazar. Pero este whisky de gran calidad -por lo menos tiene 3 meses- quema mi esófago llevándose mi atroz orgullo viejo y esteril. El bastión de mi tórax no se rinde a la nieblina espesa que hay tras de mí.

Este whisky me está matando loco, este whisky, me está matando.

Pero creo que si morir tengo, que sea con tu voz de fondo, con tu beso y con tu flor, en tu casa aunque quiera creer que es la mía. Si desvanezco es porqué ese mikado rinde homenaje a la cogorza de mi felicidad. Que el tragaluz me enseñe su única salida estrellada, que después de tu voz en forma de regalo, y de tu casa en forma de sueño, puedo cerrar los ojos, sin querer abrirlos nunca más.